Si estás pensado en la próxima escapada rural y quieres cargar las pilas, no hay nada mejor como disfrutar de unos días de relax en un pueblo de montaña y relajarte en sus aguas termales.
Os ofrecemos la posibilidad de perderos en tres lugares que aúnan los elementos naturales del agua y la tierra en una combinación perfecta. Parajes mágicos que nos permitirán recobrar la vitalidad que perdemos durante unos duros meses de trabajo.
En el interior del Parque Natural de Sierra Alhamilla (Almería), se encuentra un pequeño oasis rodeado de desierto, una mancha verde que alberga unos pocos cortijos y un manantial de aguas termales que utilizaron ya los fenicios. En ese enclave se encuentra el balneario Sierra Alhamilla, un complejo de piscinas de aguas minero-medicianales. Tras un ascenso por el Pico del Puntal, podrás recogerte en sus albercas y someterte a tratamientos naturales para quedarte como nuevo.
En la puerta de entrada a los Pirineos Orientales nos encontramos el pueblo de Fontpedrouse (Francia), cercano a la capital de la comarca de la Cerdanya. El municipio es especialmente conocido por el balneario de Bain de Saint Thomas. La zona termal consta de tres piscinas al aire libre, además de otro espacio interior con salas de vapor para tratamientos corporales y estancias individuales teñidas con esencias de aceites naturales, que crean el momento idóneo para cuidar de nuestro cuerpo.
En Alhama de Aragón (Zaragoza), cerca del monasterio de Piedra, se encuentra el balneario Termas Pallarés, un espacio singular rodeado de zona boscosa que acoge el único lago termal de europa. Bañarse en sus aguas curativas y poco profundas te aportará la relajación y revitalización necesaria gracias a la absorción de sus minerales.
Los pueblos no son solo lugares para hacer rutas, degustar la gastronomía y observar la fauna del lugar, sino que son sitios que sanan el cuerpo y la mente.
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